Es costumbre que la muerte de una figura pública, en mayor o menor medida reconocida, venga acompañada de una reivindicación generalizada por parte de diversos medios de comunicación de la misma. Para gran parte de la población, la noticia de tal defunción supone, irónicamente, el primer contacto con la susodicha. Tal habrá sido el caso para muchos del argentino Juan Gelman (1930-2014), poeta comprometido cuya lectura sugerimos a partir de una humana, universal composición que, si bien no tan conocida como ‘Gotán’ o ‘Colera buey’, contiene en sí misma el verso idóneo para saludar la inmortalidad del que consagra su recuerdo a sus letras.
[Fuente: UNAM]
Costumbres
no es para quedarnos en casa que hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal.
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