Una de las múltiples posibilidades receptivas de la obra de García Lorca que ayer presentábamos pasa por su relación intertextual desde un punto de vista satírico, cómico, humorístico. Desde este perspectiva, no apta para todos los públicos, el vasco Jon Juaristi (1951) reflejó en su Diario de un poeta recién cansado publicado en 1985 (sí, acuérdate de Juan Ramón Jiménez) su particular versión de la infidelidad del matrimonio a la que aludiera Lorca. Del mundo gitano al euskera hay solo un paso…
La casada infiel
Un día de Aberri Eguna
me puso en un compromiso.
Después vivimos una historia
de amor, maría y luna llena
frente a la playa de Zarauz
que habría matado de envidia
a cualquier arábigo-andaluz.
Yo me la llevé a la playa
la noche de Aberri Eguna,
pero tenía marido
y era de Herri Batasuna.
Me porté como quien soy,
como un euscaldún legítimo,
y para olvidarla pronto
le regalé un prendedor
con un verso, una icurriña, una pluma y una flor,
y un libro de Patri Urkizu
forrado en raso pajizo.